Con la temática de MÚSICA se ha dado el pistoletazo de salida de la II Liga
fotográfica AFOCA, habiendo tenido un aluvión de participantes con hasta 44
entregas en esta primera contribución y donde la originalidad e innovación se
han hecho protagonistas en muchas de las espectaculares fotografías que han
aportado los socios. Particularmente me ha encantado ver como muchos y muchas
han asumido ciertos riesgos en la planificación y realización de sus
fotografías en aras de progresar técnicamente a la vez que madurar en este
sentimiento de la fotografía que una vez se fija en ti, ¡ay amigo que ya no te
suelta!
Y si manido está el tema del reconocimiento a la directiva y organizadores
por su empeño e ilusión en cada evento no puede ser menos la felicitaciones a
cada uno de los participantes, un logro esas 44 fotografías y sus
correspondientes 44 fotógrafos detrás de cada una de ellas.
Música - Liga Afoca 2017 |
En lo personal tengo que decir que empiezo tal y como acabé el año pasado,
primero... pero esta vez por la cola, jeje. Parece ser que por parte del jurado
no hubo buena aceptación ni de la conceptualización de mi fotografía ni de la
realización técnica, puesto que fui valorado con la peor nota, un cinquillo del
que se advierte el nivel de esta nueva liga y de que habrá que poner más tesón
para futuros aportes.
Como viene siendo habitual en mi caso, aprovecho cada entrega para probar
técnicas nuevas que siempre anhelo probar pero que nunca me decido a ello: lo
hice con la temática de fruta para el uso del flash a alta velocidad; en las
setas para el uso del macro y en paisaje para iniciarme con el empleo de
filtros de densidad neutra -disciplina que se ha convertido en una de mis
favoritas-. En esta entrega fue el turno de la doble exposición,
obteniendo el archivo final directamente en cámara. Antes de continuar es
curioso saber que esta técnica ya se utilizaba desde la era analógica, cuando
el negativo se exponía dos veces, evitando pasar al siguiente,
sobreimpresionando una segunda captura en el mismo negativo.
Como vengo haciendo en cada adjudicación os muestro mi foto así como el
proceso creativo y técnico, para aquellos que se sientan curiosos de probarlo a
posteriori tengan alguna referencia. Y es que cada nueva técnica que decido
probar implica largas horas de búsqueda y visionado de contenido en internet y otros medios para hacerme una idea y finalmente llevarla a cabo.
Lo primero de todo es saber que tu cámara tiene dicha función, así que lo
mejor en estos casos es visitar el manual de instrucciones de tu cámara
fotográfica. En el caso de las Olympus M5 II la ruta de acceso a la opción es
la siguiente:
botón MENU - icono camara 2 - Exposición múltiple - On |
Una vez dentro del menú correspondiente basta con seleccionar
"2F" en relación a dos fotogramas o fotografías. Creo recordar que el
número se puede ampliar pero ahora mismo no recuerdo en qué oscuro y enrevesado
lugar del menú se encuentra. Una vez configurada solo basta disparar dos
fotografías consecutivamente para que la cámara las una y fusione, obteniendo
un único archivo RAW o JPG, en función de nuestra elección.
Técnicamente el mayor obstáculo fue entender el modo de fusión de las
imágenes. Para quienes estén familiarizados con el uso de photoshop y su modo
de fusión de capas he podido ver que efectos similares se consiguen con los
modos "superponer", "aclarar", "trama" y
"luz intensa", pero llevar este concepto al mundo físico más allá de
los complejos algoritmos que usa un programa como photoshop ha sido lo que más
tiempo me ha llevado.
Finalmente he acabado entendiendo que los tonos más claros (completamente blancos)
no reaccionan o reaccionan mucho menos que aquellos tonos más oscuros, que son
los que toman nuevamente la imagen de la segunda fotografía.
Así que para conseguir una doble exposición limpia y expresiva mis consejos
son los siguientes:
1.- Fotografía en primer orden al sujeto o protagonista, de manera que sea
su perfil y contorno la definición de la foto.
2.- Intenta que en esta primera fotografía el fondo sea blanco o en su
defecto que esté sobreexpuesto. Una buena opción es situarlo con el cielo
detrás, así una vez que expones al sujeto el fondo (cielo) irremediablemente te
quedará sobreexpuesto y completamente blanco. En la foto de muestra hice un
plano contrapicado para asegurarme un fondo limpio sin distracciones como
árboles, señales, edificios...
3.- Seguramente quede sobreimpresa muy tenuemente la imagen en tu visor o
pantalla, esto te indica que tienes la primera imagen y además es ideal para
buscar la composición y solapamiento más idóneo con la segunda exposición.
4.- Aunque puedes fusionarla con lo que quieras, una buena idea y que da
resultados muy llamativos son texturas vegetales o contornos naturales como
montañas u otros urbanos como edificios.
5.- Solo queda experimentar y buscar el solapamiento que más te
interese.
* Interesante es la función de "combinar" dentro del menú de
doble exposición que te permite, haciendo una primera imagen de referencia,
probar con ésta cuantas veces quieras en la fusión de la segunda. Muy práctico
para evitar tener que estar realizando imperativamente la primera foto para
combinarla con la segunda, de este modo hacemos la primera y probamos con ésta
cuantas veces queramos con "las posibles segundas".
Pues bien, una vez que entendí el mecanismo de funcionamiento todo se
redujo a ponerlo en práctica. La idea conceptual fue buscar un perfil
perfectamente definido de una persona (un servidor) tocando un saxo de la
manera más entusiasta y febril posible, para rellenar el interior de esa
silueta con una amalgama de notas y claves musicales: a priori confusa,
abigarrada y sin concierto pero que una vez atraviesan el instrumento operado
con talento por los hábiles dedos del compositor todo se ordena... en música.
Para la sobreexposición del fondo utilicé un ventanal de mi casa cubierto
por cortinas, era medio día y los valores de cámara fueron f:3.2 iso200 y una
velocidad de 1/100. Para el relleno de la silueta lo que utilicé fue una
impresión en papel de muchísimas notas musicales dispuestas aleatoria y
caóticamente, para luego hacerle la segunda foto. Como no quise arriesgar en
exceso la primera imagen la subexpuse un poco para forzar el contorno, quedando
al final el interior un poco más presente. La suerte quiso que la parte baja en
los pies, al ser rodapié y no ventana, quedase más oscurita con lo que se
impresionaron en esta zona también las notas dando una sensación de ascensión o
fuego musical, lo que particularmente me encantó y dio un empujoncito al mensaje que
quería dar.
La foto final la tenéis en cabecera, pero a continuación os pongo algunas
fotos muy curiosas que realicé familiarizándome con la técnica y que sorprende
lo fácil que resulta llegar a obtener unos resultados impresionantes.