martes, 21 de febrero de 2017

Humo&Goma

El pasado fin de semana (12 de febrero) anduve por mi tierra por motivos personales y quiso la casualidad que se celebrase la "4ª KDD RENAULT Sport Andalucía" (página Facebook) en Armilla, por lo que si sumamos dos más dos, o lo que es lo mismo, padre y hermano propietarios de un R8 y R5 respectivamente más mi pasión por la fotografía, el resultado es evidente. Así que con gusto me arrimé la cámara al hombro y me dejé llevar en ese demonio rojo que mi hermano tiene por R5.


Con un inicio un poco tibio rápidamente aumentó la afluencia de participantes, exhibiendo un espectáculo de reliquias -y no tanto- que compensaba con brillo propio lo mortecino de la mañana del sábado. En un suspiro el aparcamiento del parque Albán mutó en una colorida fiesta donde la vibrante música, el rugir de los motores y el olor a goma quemada contagiaba del ambiente a motor hasta el último de los presentes. 





Si bien el punto común fue la venerada marca francesa, hubo bastante variedad tanto en las categorías como modelos y años de fabricación de los vehículos asistentes. Algunos coches en concreto, sin gran alarde de espectacularidad, despertaron en mí un bonito sentimiento por su rareza actual y que antaño fueron populares en nuestras carreteras y estuvieron muy presentes entre nosotros. Como fueron el caso del Renault 19, el Renault 6 y el Renault 11.




Si bien el mayor destacamento de los presentes fueron bólidos actuales también los hubo con algunas décadas a cuestas que deslumbraron con luz propia, robando miradas y atenciones por derecho propio. Y para muestra los espectaculares R8 y Seat 127





Aunque los más contemporáneos también tuvieron su merecido espacio y baño de atenciones, algunos tan bonitos como los distintos clio's que cortejaron las miradas de los más curiosos.







Pero sin duda los que, a mi parecer, reinaron fueron los modelos R5, los más numerosos y más llamativos mostrando un abanico de color tan grande como lo es su leyenda. 








Pero uno de los mayores gozos, como en todo, es trascender la primera impresión y bañarse de los detalles. Detalles que son la máxima expresión del amor dedicado por sus cuidadosos dueños y se transmite en las particularidades que pasan desaperdibidas a menos que uno se entretenga el tiempo suficiente como para descubrirlos.












Y para finalizar, un pequeño reconocimiento para estas dos máquinas, no refiriéndome en exclusiva a los coches si no a sus orgullosos dueños, a quienes les debo tanto y les agradezco que compartan su pasión con esa gratitud y enorme espíritu que les caracteriza. Gracias por todo!! 


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