domingo, 26 de marzo de 2017

Pádel - XXXIII Campeonato de España

Para esta entrada tengo que hacer una confesión: ¡Amo el deporte! Si bien este hecho no es ningún secreto para los que me conocen, sino todo un pilar de mi personalidad, para aquellos a quienes les soy del todo desconocido es un dato reseñable, considerando la naturaleza de este artículo. 
Mi vida ha girado en torno al deporte desde que tengo uso de razón, de hecho, estudié para hacer del deporte mi medio de vida pero por las distintas vicisitudes de la vida me decanté por derroteros un tanto advenedizos; si bien, en lo personal, siempre he manteniendo una dedicación total al deporte. 
He practicado absolutamente de todo, y ya se sabe -aprendiz de todo maestro de nada-, hasta que las lesiones me han relegado a una única práctica en la actualidad, el pádel.


Pues resulta que el pasado 10 de marzo se celebró el "XXXIII Campeonato de España por Equipos de 1ª Categoría Absoluta", en La Nucía (Alicante), y claro, un evento de esta magnitud no es que se presente todos los días, máxime si el acceso es gratuito, está al lado de casa en el club que juegas habitualmente y en él participan las primerísimas palas de nivel mundial del circuito World Pádel Tour. Que por mencionar a algunos jugadores, estuvieron gigantes del pádel como Fernando Belasteguín, Pablo Lima, Sanyo Gutiérrez, Paquito Navarro, Matías Díaz, Marta Marrero, Alejandra Salazar, las hermanas Sánchez Alayeto, Marta Ortega y un largo etcétera. Por si hubiese algún despistado o ajeno al mundo padelístico, haré un símil lógico; es como si en el polideportivo de casa, durante tres días, se reúnen Rafael Nadal, Roger Fereder, Andy Murray, Djokovic, Serena Willians y compañía, gratis, os vais haciendo una idea ¿verdad?

Creo que podréis imaginar la grandísima emoción de ver a estos auténticos ídolos para los amantes de este deporte con una familiaridad e intimidad abrumadora.


Hechas las presentaciones, aunando la pasión por el deporte y la fotografía, y en estas circunstancias, resultó ser una magnífica ocasión para poner a prueba la fotografía deportiva y, de paso, comparar el rendimiento de los enfoques automáticos de mis dos joyas, la Olympus OMD M5 mark II y la Sony Alpha A7 mark II.
Antes de continuar tengo que declarar lo difícil que fue hacer fotografías en vez de quedar me pasmado y disfrutando del pádel de estos monstruos o, cuando no, directamente, salir corriendo detrás de ellos para pedirles una foto. También quiero mencionar la dificultad de fotografiar un evento de estas características, como hacerlo a través del cristal que conforman las pistas, en muchas ocasiones manchado por el sudor de los jugadores o por la gran afluencia de gente que obstaculizaba  en algunos aspectos la práctica fotográfica.


Maxi Sánchez


Con la Olympus M5 II decidí utilizar el M. Zuiko 75mm 1.8, objetivo con un enfoque muy rápido y que aprovechando el factor de recorte del sensor m4/3 tenía un fantástico 150mm equivalente además de con una luminosidad para usar velocidades lo suficientemente rápidas y congelar el movimiento. Pero lo que en teoría se refleja como una situación óptima, en la práctica distó bastante de ser así. Para algunas otras fotos también utilicé el  zoom M.Zuiko 12-40 2.8 PRO, aunque con focales más amplias el enfoque rindió un poco mejor.

Comencé con la configuración que consideré más acertada, punto de enfoque central y tipo continuo con seguimiento (AFC-S). Con esta configuración el enfoque cazaba en primera instancia al sujeto, hacía a duras penas el seguimiento pero a la hora de disparar en un porcentaje desesperante el foco se iba al fondo, frustración puede ser una palabra que defina mi experiencia con esta configuración.
Posteriormente pasé a Enfoque Continuo (AF-C). Alguna fotografía más entraba en foco pero seguía siendo muy deficiente el porcentaje de aciertos. Además el continuo rebote al que estaba sometido el punto de foco era muy distractorio.
Por último opté por el Enfoque Simple (AF-S), el de toda la vida*, y fue donde obtuve mejores resultados en cuanto al enfoque, siempre que fuese rápido con la confirmación del foco e inmediatamente capturase la fotografía.
La experiencia con la Olympus fue un poco decepcionante y muy frustrante. Tengo que aclarar que fue la primera vez que le exigí un ejercicio de este tipo, tengo que practicar bastante más y probar diversas configuraciones posibles, pero para acción no se antoja la mejor de las posibilidades, sin que ello melle en modo alguno el amor que le profeso a esta maravillosa maquinita de fabricar recuerdos.

Mi paisano granaino, Javier Limones
Paralelamente, hice la primera prueba de campo seria con mi recién adquirida Sony Alpha A7 II y el excepcional Sony 55 1.8 ZA Carl Zeiss Sonnar T*, un cañón de nitidez y una máquina de fabricar bokeh que me enamoró desde el primer momento. Aquí utilicé, tras mirar varios tutoriales pues dispone de más opciones de enfoque que la Oly y me resultó un poco confuso, el Enfoque Continuo junto con el punto flexible de seguimiento tamaño M. El resultado: una gozada y un porcentaje altísimo de aciertos en foco. Cierto es que la focal es más amplia que con la Oly, pero la sensación siempre fue de mayor fiabilidad que con ésta y los resultados mucho mejores. Como me fue tan bien con esta configuración no probé otras pero es algo que tendré que probar.

Como nunca he sido usuario de DSLR o cámaras Réflex no puedo hacer una comparación con el rendimiento de aquellas con las CSC o Sin Espejo, pero sin duda el enfoque de la Sony me ha dejado muy satisfecho.


Con esta comparativa de sólo una función de las cámaras no quiero decir que me arda de afecto en favor de la Sony respecto a la Olympus, ni mucho menos, en este breve periodo de tiempo he detectado grandes fortalezas en la Olympus que por mucho supera a la Sony. Lo que me hace pensar que ambos sistemas son excepcionalmente compatibles y por esto mismo espero conservar ambos. Antes de hacer una comparativa entre ambas cámaras y sistemas quiero profundizar más en el manejo de la Sony para que sea lo más justa posible, pero esto será próximamente.

izd: Carlos Gutierrez "Sanyo" / dch: Maxi Sánchez
La última jornada decidí ir sin cámara y centrarme exclusivamente en disfrutar del espectáculo que estos cracks nos brindaron a los asistentes. Fue una experiencia única y es obligado el agradecimiento por todo el esfuerzo y empeño derrochado por la organización del evento, a cargo de Alejandro González del club Padel Point La Nucia, un diez y enhorabuena por todo el trabajo.

Mi gran favorito: Paquito Navarro
*****Nota mental: a mejorar, la composición!!

Y para finalizar, foto de familia de quienes emulamos a las grandes estrellas del pádel.




BONUS: programa emitido en TeleDeporte

sábado, 4 de marzo de 2017

Liga Afoca - Oficios

Otro mes, otro tema, otra fotografía. Febrero se ha despedido con la entrega fotográfica en la Liga AFOCA del tema "oficios", donde las bases para los requisitos imponían "una persona realizando o desarrollando un oficio, cargo o profesión". Y si había alguna duda acerca de la motivación en esta temática basta decir que se han pulverizando todos los registros en cuanto a participación con 53 "obras de amor" de sus participantes. Y para no quedarnos en lo superficial y frío de los números, es justo reconocer que el nivel sube en cada entrega, apreciándose un mayor cuidado, planificación y ejecución en las fotografías, lo que está repercutiendo directamente en una nota media en los resultados cada vez mayor. 

Como cada mes, el "make off" de mi fotografía. Lo cierto es que, desde el conocimiento del tema, ya tuve en mente la fotografía que quería conseguir. Así que hice las llamadas oportunas y una vez todo dispuesto sólo quedó viajar hasta Granada para ver qué podía sacar de la cámara. 

Imagen final  
Por lo que con la ayuda de mi inestimable hermano y de la colaboración de "Luxury Autos Pum", colocando a nuestra disposición sus instalaciones, es que se pudo materializar la idea de: el laborioso empeño del mecánico durante el arreglo y mantenimiento de los vehículos ¡¡Toma ya!!

La idea era contextualizar el ámbito de trabajo pero sin robar un ápice de protagonismo a la estrella de la imagen, el mecánico. Así que los problemas que surgían eran varios: el primero la alta luminosidad propia del horario y del taller tan diáfano, por lo que la numerosa maquinaria, herramientas, aperos y vehículos eran potenciales elementos de distracción que había que controlar para potenciar la composición. Por este detalle y buscar una atmósfera muy concreta, me vi obligado a emplear luz artificial. El esquema de iluminación fue variando hasta conseguir el efecto deseado que, para el mismo, utilicé 4 flashes, dos para iluminar el fondo y otros dos dispuestos en "espejo" para iluminar a mi hermano. 

Pero para llegar a este esquema y decisión final, como casi siempre, es necesario el método del "ensayo-error", entreviendo desde las primeras tomas lo ya comentado del exceso de luz ambiente, observando una algarabía de elementos que si bien ofrecen un gran detalle del lugar y escenario bien es cierto que distraen en exceso la mirada de quien observa la imagen. En la siguiente foto se puede observar la toma realizada con el único manejo de los controles de cámara (hay un flash, de prueba, a la izquierda de la imagen, donde se puede ver la pata del trípode, pero que no afecta a la escena), que si bien puede ser un estilo válido mi intención era aislar al protagonísta, el mecánico, y dejar en segundo plano tanto de perspectiva como de iluminación los elementos que describen el quehacer de su trabajo.

iso200 - 15mm - f5'6 - 0'4 seg

Y, aunque interesa ofrecer un contexto de la profesión, lo que más apremia es conseguir un único y reconocible protagonista, donde se fije la mirada de forma directa y desde un primer momento. Por lo que toca trabajar en la iluminación, esto es, cerrar el diafragma para restar luz de la escena -finalmente fue un diafragma f:14- y ser nosotros los que añadamos la luz donde y como queramos con los flashes. Así que comenzamos colocando el primer flash, sobre un trípode y con un softbox de 120 cm, pero el resultado no era del todo lo que buscaba, iluminaba demasiado tanto a mi hermano como los elementos próximos a él y el fondo.

iso200 - 15mm(30mm) - f5'6 - 1/30 seg
Seguimos probando y opté por quitar el softbox del flash y bloquear la dirección de la luz con una pequeña pantalla reflectora que me evita la contaminación del fondo, por lo que la luz se dirige únicamente hacia mi hermano. En la parte opuesta coloco otro flash, esta vez en el suelo, para conseguir ese esquema de iluminación de "casi" espejo, prácticamente enfrentados los dos flashes entre sí con mi hermano en medio. Como ajuste también tuve que bajar dos puntos la potencia del flash, ya que al eliminar el softbox la luz era más intensa.

iso200 - 15mm(30mm) - f14 - 1/250 seg
Conseguida la iluminación pretendida del protagonista, toca iluminar el fondo, por lo que coloqué otro flash desnudo en el fondo derecho de la escena al mínimo de potencia, para iluminar suficientemente los bidones de colores rojo y verde para que al mismo tiempo sirvan como puntos de recorrido visual pero que no actúen de distracción. 
En esta toma se puede apreciar (por error) el segundo flash de contra apoyado sobre el suelo, que ilumina al mecánico, con una potencia menor que el principal, situado a la izquierda de la imagen. Se puede observar la proyección y dirección de la sombra de mi hermano, lo que indica la procedencia de la fuente de luz más potente además de la posición más cenital del flash principal. Lo que dicha sombra ayuda a guiar la mirada del espectador hacia el exterior de la imagen, creando un movimiento y recorrido visual.

iso200 - 15mm(30mm) - f14 - 1/250 seg
Finalmente decido iluminar la parte izquierda del fondo para dar uniformidad y simetría a la imagen, colocando un cuarto flash en sus potencias menores para conseguir dicho efecto. Una vez que la iluminación la tenemos al gusto sólo queda hacer fotos hasta quedar satisfechos con el resultado.


Me hubiese gustado completar el recorrido visual empleando elementos de color rojo, pero en la parte izquierda únicamente pude disponer del faldón del coche y sobre la mesa la lata, que si bien no son tan presentes como los patrones del lado derecho sí que sirven cerrar el círculo y llegar nuevamente a mi hermano, reforzado con los motivos rojos de su indumentaria, y "obligar" al espectador a continuar en la imagen y recorrerla más de una vez. Cierto es que la composición no es perfecta pero hay que intentar poner en práctica nuevos conocimientos y con ello mejorar nuestras fotografías, lo que conseguiremos una veces y otras no tanto, pero esto es la fotografía.

La foto final la tenéis en portada de esta entrada. Si bien son imágenes distintas, aquella tomada al principio sin flashes de esta otra, considero que se gana en fuerza, drama e interés al buscar un ambiente más contrastado y perfilado, mostrando claramente lo mismo (el oficio y su trabajador) pero de una manera más atractiva, a mi parecer. Seguimos poniéndonos a prueba con cada entrega y veremos qué inventamos para la próxima, "agua dulce".



El material utilizado fue mi querida Olympus OMD 5 mark II con el objetivo kit de mi antigua Olympus Pen, ya que estoy vendiendo mi artillería fija de objetivos y justo antes de la sesión vendí mi M. Zuiko 17 f1.8 y me quedé sin focal apropiada para trabajar en un espacio como el del taller, viéndome obligado a recurrir a mi infatigable "pisapapeles". Para los que os preguntéis el motivo de la venta de mi material es porque estoy "migrando" o mejor dicho, complementando mi equipo micro 4/3 con FF de Sony, de lo que ya haré una entrada más adelante. 
El resto de material fue: 1 trípode para la cámara; 1 trípode para el flash principal; 2 flashes Yougnuo; 1 flash Olympus; 1 Flash Metz; 2 bloqueadores tipo "pala" para los flashes.


Feliz fin de semana!